miércoles, mayo 11, 2011

IM Drunk, Tiempo De Muertos, Love Is A Dog From Hell y otras petisoperías


Este blog, allá por sus inicios nacía como un simple modo de alimentar ese horrible monstruo bonachón que es mi ego. Hay cosas que no han cambiado y cosas que sí. Pero hoy toca anunciar cosicas que han ocurrido en el mundo que transito últimamente:

1.- IM DRUNK

Ya está a la venta el disco de IM Drunk, bajo el título Regurgitating The Sacred Liquor. Si quieren copias, avisen, que se las venderemos de muy buena gana sea cual sea su raza, edad o sexo. Lo importante es que paguen los míseros 5 euros que cuesta. O servicios equivalentes a ese valor.



2.-LOVE IS A DOG FROM HELL

Este viernes, la segunda entrega en directo de Love Is A Dog From Hell, esa colgadura electrónica en la que metí visuales hace cosa de un mes. Aunque no esté yo en el cartel, en principio asistiré en el mismo puesto, y esta vez será en el Frenopátiko, como pueden ver.



3.-TIEMPO DE MUERTOS

Esto ya no es noticia pura y dura, puesto que hace un tiempo que ocurrió. Pero como no lo anuncié por aquí, lo hago ahora. Ya se puede descargar AQUI Tiempo De Muertos, para todos aquellos que lo quieran conservar y pasen de descargarlo de las redes P2P.



4.-¿?
Y creo que esto es todo. Así que mejor dejar las Petisoperías que anunciaba el título de la noticia para otro momento. Y si las quieren ahora, lean Superlópez.

VER ENTRADA COMPLETA

jueves, mayo 05, 2011

Rubber

Título: Rubber


Director: Quentin Dupieux


Año: 2010


País: Francia / Angola


Duración: 82









En medio de un desierto, tras una extraña y sorprendente disquisición sobre la falta de razón de muchas cosas de películas y de la realidad, un grupo de personas se ponen a mirar una película a través de unos prismáticos. Pronto ven como una rueda se levanta y comienza a andar sola, descubriendo también que tiene poderes paranormales y hace estallar cosas como latas, conejos o cabezas humanas.


Y esto por qué? Por ninguna razón.

Cuando uno se plantea el hecho de ponerse a ver una peli sobre un neumático asesino, solo se cruzan por la cabeza títulos como El Ataque De Los Tomates Asesinos, El Váter Susurra o El Condón Asesino. Incluso Christine si me apuran. Porque lo de objetos inanimados que matan gente es algo bastante común, especialmente dentro de la producción de bajo standing, aunque estén basadas en obras de cierto culto como las 2 últimas citadas. Y normalmente, con una dosis de absurdo bastante alta, que por supuesto está aquí también, como es obvio. Solo que, en este caso incluso regocijándose en ello y planteando una teoría sin demasiado fondo pero sí mucha forma sobre la falta de razones para que las cosas sean como son en el cine o en la vida real, con la que da comienzo el film y nos marca el sentido del resto del metraje.

Pero aquí, además, se dan un montón de vueltas sobre la creación y la narración fílmica, jugando constantemente con la misma en una metahistoria de espectadores de una especie de peli real que acaba cruzándose con su vida en una idea similar a las que se usaron en cosas tan diferentes como Demons o Sillas De Montar Calientes. En este caso, llevada al extremo y con nosotros, como espectadores, observando todo desde ese punto aún por encima al que, curiosamente, no se hace referencia directa nunca.

Este es Robert, aunque su nombre solo lo sepamos por los créditos.


De este modo, y con ese recurso que es la metanarración para alargar un poco el metraje, Dupieux consigue crear una serie de tramas extrañas que no solo se entrelazan, sino que dan rienda suelta a las posibles incoherencias o bajones del guión, recalcándolas en ocasiones y haciéndolas patentes con esa idea de la falta de razones que destacaba al comienzo. Y con ello, no solo se ríe de nosotros como espectadores en cuanto al entrar en la peli y temer cosas de un neumático, sino del lenguaje narrativo convencional, y de sí mismo como creador del guión.

Gracias a ello, consigue dotar a la peli de un ritmo bastante especial, contrastando la lentitud y tranquilidad de los instantes de la rueda simplemente girando, con la violencia de los asesinatos y todos los guiños y rupturas del relato que se establecen al mostrar a los espectadores. Recurso este, que por cierto en alguna ocasión puede llegar a resultar repetitivo por lo poco que nos importan esos personajes, y por tanto representaría lo poco que se le puede echar en cara.

Además, con una dirección realmente destacable, especialmente en cuanto al falseamiento de los movimientos de la rueda, consiguiendo dotarla realmente de vida ya desde un comienzo. También habría que destacar la impresionante fotografía que consigue el propio Dupieux trabajando con esos espacios desiertos de California, aprovechándose en gran medida de las cantidades ingentes de sol y, eso sí, pasándose en ocasiones con el juego de desenfoques de cámara.

Una nueva manera de ver películas.


El montaje, donde también el polifacético director se mete, más que correcto pero sin destacar excesivamente, siendo esencial para el juego de hacer real la vida del neumático Robert, y crear la tensión necesaria, especialmente en los momentos de ataques, que de todos modos pueden llegar a hacerse excesivos en alguna ocasión. Además, apoyando bastante bien los efectos de las explosiones, donde incluso las de los animales parecen reales. Y digo parecen porque no estoy seguro de si lo son o no, y espero que no, por lo innecesario de las mismas y por esa condena que siempre hago al maltrato animal en las pelis. Efectos que, por otra parte, se hacen increíbles por la falta de medios y la negación de CGI, haciendo que el neumático se mueva en planos lejanos donde nadie lo toca por medio de un mecanismo interno por radiocontrol.

Mirándolo por el lado bueno, este pavo no sufrirá el peligro de encontrarse con el neumático asesino.


Y el sonido, teniendo en cuenta la cantidad de momentos sin diálogo que se dan a lo largo del film, bastante bueno, y primando el realismo, jugando mucho con el vacío que las imágenes nos muestran en el desierto, y con la aspereza de los terrenos. Acompañado esto por la música que el propio Dupieux compone a través de su alter ego Mr. Oizo y con ayuda del miembro de Justice Gaspard Augé, que sirve para apoyar el extrañamiento de la historia presentada, además de algún tema externo y no original.

Respecto a los actores, todos ellos con papeles sin demasiado desarrollo, destacar a Stephen Spinella en su papel de sheriff, especialmente brillante en la parte central de la película y en su buen hacer a camino entre la narración y la metanarración, definiendo bastante bien a su personaje aún pese a eso. Jack Plotnick sin mayores aspavientos, pero molando en su personaje sin definirse excesivamente precisamente por la extrañeza del mismo, y Wings Hauser cojonudo en su rudeza especialmente en la parte final del film.

De los restantes de la ficción, Roxane Mesquida también creíble y bien interpretada, pero tampoco luciéndose, Remy Thorne en una línea algo más falta de pasión y algo cohibido, y David Bowe sin embargo excesivamente sobreactuado. De los espectadores, destacaría a Devin Brochu y Daniel Quinn como padre e hijo bastante poco creíbles los dos, y a Ethan Cohn y Charley Koontz en esos papeles freaks de relleno que realmente consiguen animar mucho por medio del humor el cotarro de esa trama.

Esto es lo que se encuentra después de esas noches locas donde se quema mucha goma.



Resumen:
Una peli que es incapaz de tomarse en serio a sí misma y juega precisamente con eso para conseguir enganchar y encandilar al espectador, jugueteando constantemente con la narración fílmica y planteando además un trabajo muy bien hecho desde el aspecto técnico, y aceptable desde el actoral.



PUNTUACION

Originalidad/Riesgo: 9.5
Técnica: 8.0
Guión: 8.5
Actuación: 7.0

TOTAL: 8.5

VER ENTRADA COMPLETA
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...